1. No olvides el agua
El agua ayuda a que los nutrientes circulen por todo el cuerpo, elimina las toxinas e hidrata las células de la piel. Lo primero que hay que hacer por la mañana es beber un vaso grande de agua.
¿Quieres mejorar tu agua matutina? Añade al agua zumo de limón recién exprimido. Se cree que es una ayuda a la digestión y contribuye a una piel clara.
2. Dormir con suavidad
Invierte en una buena funda de almohada de satín o seda, disminuirá la apariencia de las líneas de expresión y evitará el frizz en el cabello.
3. Añade una crema de ojos
El área de los ojos es la primera zona que envejece debido a la falta de glándulas sebáceas y a la delicada piel.
4. Revisa los ingredientes
El acné no es algo que desaparezca con la edad. Si luchas contra el acné en la edad adulta, puede que sea el momento de revisar tu maquillaje y tus productos en busca de cualquier ingrediente que pueda estar obstruyendo los poros o contribuyendo a los brotes.
Busca en las etiquetas los ingredientes comedogénicos (que obstruyen los poros) y elimina estos productos de tu rutina. Estos incluyen: lanolina acetilada, estearato de butilo, carragenina, acetato de cetilo, aceite vegetal hidrogenado, estearato de octilo, lauril/sulfato de sodio, por nombrar algunos.
6. Di no al sol
A los 30 años solemos enfrentarnos a los daños del sol de nuestro pasado. Y aunque empecemos a incorporar productos que combaten la pigmentación y las manchas solares, tenemos que ser doblemente cuidadosas con la exposición al sol.
7. Ten un sueño reparador
Por algo se llama "sueño de belleza". La circulación sanguínea de nuestro cuerpo se potencia mientras dormimos, llevando nutrientes y oxígeno a las células de la piel.
Cuando no dormimos lo suficiente, los niveles de cortisol pueden aumentar y nuestra piel se inflama y se estresa. Los ojos hinchados, el cutis hosco y la piel apagada suelen ser signos de que no se ha dormido lo suficiente. Ocho horas es la cantidad de sueño recomendada para los adultos.