Todos tenemos las mejores intenciones de hacer ejercicio con regularidad y mantenerlo pero, a veces la vida se interpone. Ya sea por una esión, un horario agitado, unas largas vacaciones o simplemente pases por períodos en los que no te sientas bien, siempre puedes volver a un buen ritmo de ejercicio. Solo necesitas abordarlo de la manera correcta.
Una vez que se sienta listo para volver a hacerlo, aquí hay algunos consejos útiles que lo ayudarán a comenzar a hacer ejercicio después de tomarse un tiempo libre. Dónde estás empezando
Debes ser honesta contigo misma acerca de tu situación. Intentar volver a hacer ejercicio de alta intensidad después de un largo período de descanso puede resultar desalentador y peligroso. Trata de no regresar con lo que solías hacer. Tu cuerpo cambia todos los días, y es importante respetar dónde se encuentra en este momento.
Poco a poco...
Caminar es uno de los ejercicios más beneficiosos y altamente funcionales que puedes hacer, pero está increíblemente subestimado. Si bien caminar no proporciona la intensa quema de calorías que hacen los entrenamientos de alta intensidad, caminar es una forma accesible de ayudar a su cuerpo a volver a aclimatarse al movimiento. Además de ser una excelente fuente de ejercicio cardiovascular, caminar regularmente puede ayudar a estimular la función inmunológica, aliviar el dolor en las articulaciones e incluso ayudar a reducir los antojos de dulces.
Una vez que hayas podido incorporar el movimiento de bajo impacto en tu día durante dos o más semanas, podría ser el momento de seguir construyendo y realizando movimientos que le hagan sentir bien a tu cuerpo. Quizás eso signifique que comiences a incorporar una clase de yoga o levantar pesas ligeras. Continúa evaluando cómo se siente tu mente y tu cuerpo... Y toma las cosas un día a la vez.